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Maestría en música

Masterización

La última etapa en la producción de una pista de audio es la masterización. Este paso abarca mejorar la calidad del sonido, lograr coherencia en todo el álbum y preparar las pistas para su distribución activa agregando toques compositivos finales. ¿Estás interesado en adquirir más conocimientos sobre masterización? Si es así, le extendemos una invitación a leer esta revisión completa.

¿Qué es dominar?

Como parte del proceso de masterización de audio, los archivos fuente iniciales se evalúan y ajustan según sea necesario, seguido de la edición o reedición de partes específicas de la composición. Muchos ingenieros de sonido utilizan la masterización junto con grabaciones estéreo y, si bien no existen procedimientos estandarizados, existen prácticas recomendadas para la masterización de audio.

Una vez que todas las pistas individuales están preparadas, se organizan en una secuencia específica, se agregan transiciones y pausas y se realizan las mejoras necesarias. La compresión y la ecualización se aplican a los archivos de origen, con configuraciones específicas adaptadas a diferentes tipos de medios, teniendo en cuenta el oyente, el formato de los medios y la reproducción de sonido. En general se recomienda:

  • Para preparar audio para casetes, es importante incorporar altas frecuencias y utilizar la máxima compresión;
  • Para garantizar una monofonía total de las bajas frecuencias al masterizar audio para vinilo, es necesario realizar cortes de bajas frecuencias;
  • Al masterizar audio para CD, se presta especial atención a lograr silencio digital al principio y al final de cada pista;
  • El marcador RMS, que mide el volumen dinámico, es de suma importancia a la hora de masterizar audio para emisiones de radio.

La masterización de audio se lleva a cabo en salas de control especializadas, que están equipadas con monitores de audio de formato estándar, y el proceso lo llevan a cabo ingenieros de sonido capacitados. Existen dos tipos principales de masterización: analógica y digital, y cada una tiene diferentes propósitos.

La comparación entre masterización digital y masterización analógica

La masterización clásica, también conocida como masterización de hardware, implica el procesamiento de grabaciones de audio mediante el uso de filtros de banda, ecualizadores, compresores de precisión y otros equipos especializados. Este procesamiento analógico confiere al sonido un encanto único, lo que lo hace especialmente adecuado para editar grabaciones en cinta. La masterización analógica generalmente implica grabar el producto final en un medio digital, seguido del formateo y grabación PMCD.

La remasterización, una alternativa a la masterización clásica, implica el uso de un entorno virtual digital para editar pistas de audio. A diferencia de la masterización analógica por hardware, la remasterización requiere inversiones modestas en equipos y recursos para equipar un estudio con las herramientas necesarias. En algunos casos, la masterización digital implica la transferencia de material de un medio a otro, con cambios adicionales en el sonido mediante el uso de dispositivos de digitalización separados.

¿En qué se diferencian la mezcla y la masterización?

El resultado del proceso creativo en la música electrónica suele ser un conjunto de pistas en un DAW. Una composición multipista puede constar de varios elementos como percusión, partes de instrumentos, bajos, atmósferas, inserciones vocales y SFX. En grabaciones profesionales, el número de pistas puede llegar a cien o más, cada una con sonido de alta calidad.

Los intérpretes novatos a menudo tienen dificultades para producir temas que satisfagan su propia visión creativa y las expectativas de sus oyentes. La mezcla y la masterización son dos procesos distintos que pueden ayudar a lograr el resultado deseado. Aunque muchas veces se confunden, son conceptos completamente diferentes. La mezcla es el primer refinamiento técnico de la pista e implica ajustar la ubicación de las muestras en la línea de tiempo del proyecto para lograr una audibilidad adecuada de todos los instrumentos de la pista. La mezcla profesional va más allá e incluye trabajar con los parámetros dinámicos de diferentes instrumentos, sus espectros y otras características.

La mezcla también implica realizar panorámicas y crear la ilusión de que el sonido está en el aire justo frente al oyente mediante el uso de reverberaciones con ajustes preestablecidos o la selección manual de parámetros. También se realizan ajustes espectrales y dinámicos para garantizar que el resultado final coincida con la visión del autor.

La masterización es el paso final del proceso de producción, que se centra en la calidad de sonido general de la pista. Es fundamental asegurarse de que la pista suene bien en diferentes sistemas acústicos. La diferencia entre mezclar y masterizar es que la mezcla se centra en ajustar los elementos individuales de la pista, mientras que la masterización adopta un enfoque más holístico del sonido.

Mitos sobre la masterización

Abundan los conceptos erróneos cuando se trata del término “dominar”, lo que puede dificultar una comprensión clara de su significado. Sin embargo, si está interesado en aclarar las cosas, entonces está en el camino correcto. Contrariamente a la creencia común, la masterización no se trata simplemente de aumentar el volumen o hacer que una pista suene más genial. Más bien, implica que los ingenieros de audio realicen cambios precisos en la señal de audio, utilizando herramientas como compresores y ecualizadores para pulir la pista y lograr una calidad de sonido óptima.

Dependiendo del material fuente y de los objetivos específicos del proyecto, también se pueden utilizar procesadores y supresores de ruido para reducir o ampliar la base estéreo. Una vez que se completa el proceso de masterización, las composiciones pueden organizarse en un orden específico, complementarse con transiciones o pausas y combinarse en un álbum o sencillo cohesivo.

Es importante señalar, sin embargo, que la masterización tiene limitaciones y funciones específicas. Comprenderlos ayudará a disipar cualquier idea errónea y garantizará que el producto final suene bien en todo tipo de equipos. En última instancia, la masterización juega un papel crucial en el proceso de creación musical, ya que permite a los artistas lograr el sonido deseado y crear grabaciones de alta calidad.

La masterización puede arreglar cualquier cosa

Muchos recién llegados a la industria de la producción musical tienen la idea errónea de que la masterización puede solucionar todos los problemas de una pista, pero este no es necesariamente el caso. Es importante reconocer que debe haber un equilibrio entre la calidad del material original y las expectativas del proceso de masterización.

No es aceptable comprometer la calidad del material original y esperar que la masterización haga milagros. En cambio, es importante priorizar el logro de una grabación de alta calidad desde el inicio del proceso. Si bien la masterización ciertamente puede mejorar una pista y abordar problemas menores, no es una solución para fallas importantes o material fuente problemático.

Por lo tanto, es fundamental abordar la masterización con expectativas realistas y centrarse en lograr la mejor grabación posible desde el principio, en lugar de depender de la masterización para solucionar todos los problemas al final del proceso.

La pista se vuelve más ruidosa.

Es importante señalar que la técnica en la masterización musical no se centra únicamente en aumentar el volumen de las pistas. Si bien es cierto que el proceso de masterización puede llevar el nivel de volumen de una mezcla a un cierto nivel, este no es el objetivo principal ni es un fin en sí mismo.

El objetivo principal de la masterización es lograr una transmisión de sonido de alta calidad a través de varios tipos de medios. Para lograr este objetivo, los ingenieros de sonido utilizan diversas herramientas y técnicas para corregir imperfecciones del audio, mejorar la calidad del sonido con ecualizadores y compresores, agregar desvanecimientos y ajustar la nitidez del sonido. El objetivo final es lograr un sonido cohesivo y uniforme en todas las pistas del proyecto.

En resumen, si bien el volumen es un aspecto importante del proceso de masterización, es sólo uno de los muchos factores que se deben considerar para lograr una transmisión de sonido de alta calidad en todo tipo de medios. El uso de diversas técnicas y herramientas es crucial para garantizar que el sonido sea pulido y uniforme en todas las pistas.

¿Es esto una mentira?

La masterización es simplemente una herramienta para procesar audio. Su utilización varía entre los ingenieros de sonido: algunos lo utilizan activamente, mientras que otros dependen de factores situacionales. El equipamiento empleado en el estudio también depende de las preferencias personales. En última instancia, la masterización es sólo una característica adicional y no el secreto para lograr grabaciones de audio perfectas.

Actualmente existen numerosos estudios de grabación especializados en masterización. Cada estudio tiene su lista de equipos, experiencia laboral y estructuras de precios únicas, que van desde moderadas hasta exorbitantes. El procesamiento realizado por estos estudios depende de sus capacidades técnicas y experiencia.

Todo se puede hacer de forma independiente mediante complementos.

La masterización de audio a menudo se considera una tarea desalentadora que requiere una gran cantidad de equipos, experiencia y un espacio de trabajo bien equipado. Si bien esto puede ser una creencia popular, no es del todo cierta. El éxito de la masterización de audio depende en gran medida de las decisiones tomadas durante el proceso, más que del software o hardware utilizado. Cuando enviamos nuestras pistas para masterización, esencialmente pagamos por los conocimientos y la experiencia del ingeniero de sonido, así como por la disponibilidad del equipo y las habilidades necesarias. Es importante recordar que incluso los complementos más avanzados sólo pueden ser efectivos en manos de un profesional y no pueden hacer milagros por sí solos.

Cuanto más fuerte mejor

Lograr un equilibrio adecuado en el volumen es crucial en la producción musical, ya que la integridad de la composición puede verse fácilmente comprometida si el volumen es demasiado alto o demasiado bajo. Simplemente aumentar el volumen mediante la compresión sin considerar los aspectos musicales dará como resultado pistas aburridas y aburridas. Además, cada género tiene sus propios estándares de sonoridad específicos que deben tenerse en cuenta y seguirse. Vale la pena señalar que los oyentes tienen la posibilidad de ajustar el volumen según sus preferencias. Por lo tanto, el volumen no debe equipararse con la calidad durante la etapa de producción del sonido.

El equipo analógico es imprescindible

El dicho “tantos hombres, tantas mentes” se puede aplicar fácilmente al mundo de la ingeniería de sonido. Cada ingeniero de sonido tiene su propio conjunto exclusivo de herramientas y técnicas preferidas que utiliza en diversas situaciones. Algunos prefieren dispositivos analógicos, mientras que otros prefieren los digitales, y algunos incluso utilizan una combinación de ambos para lograr el resultado deseado. El factor clave en este proceso es el conocimiento, la experiencia, las preferencias personales y la capacidad del ingeniero para evaluar la situación y tomar decisiones informadas en tiempo real.

¿Necesita una audición perfecta?

Si bien dominar la música es sin duda una herramienta valiosa, no es el factor más crucial a considerar. Es mucho más esencial comprender la información que los oídos transmiten al cerebro del oyente. En realidad, cualquiera puede aprender a dominar la música siempre que tenga el equipo adecuado y ganas de aprender.

No se necesita masterización

La necesidad de dominar una pista depende de varios factores. Algunos usuarios pueden suponer que si una pista se ha mezclado con un alto nivel, la masterización no es necesaria. Sin embargo, esto no es del todo exacto, ya que la necesidad de masterización está determinada por los objetivos del proyecto y las preferencias del músico.

En determinadas situaciones, como editar un vídeo para YouTube o redes sociales, la masterización puede no ser un elemento crucial. Además, si la pista ya cumple con los estándares deseados y suena agradable para el oyente, es posible que no requiera más masterización. No obstante, los ingenieros de sonido experimentados son capaces de identificar áreas en las que se podría mejorar una pista, por lo que es aconsejable escuchar atentamente sus recomendaciones.

Conclusión, ¿qué es la masterización de audio?

La masterización es una fase crítica en la producción musical, en la que se crea una muestra de referencia, conocida como copia maestra, con fines de replicación. Si bien la decisión de incluir este paso en el proceso de producción depende de cada individuo, los ingenieros de sonido experimentados suelen aprovechar todas las oportunidades disponibles para mejorar el resultado final. Es fundamental cumplir con los protocolos y pautas establecidos para garantizar que el producto final cumpla con los estándares deseados.

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