ESTUDIO

    Cómo hacer la portada de un álbum

    Cómo hacer la portada de un álbum

    La portada del álbum juega un papel clave a la hora de atraer la atención hacia tu música. El componente visual puede ser el factor que hará que una persona se interese por tu trabajo y escuche tus canciones. Una imagen brillante y memorable puede distinguir su lanzamiento de muchos otros, aumentando las posibilidades de éxito. Muchos músicos se enfrentan al hecho de que crear una versión no es menos difícil que grabar y mezclar pistas.

    En este texto, consideraremos cómo ha evolucionado el diseño de los lanzamientos musicales a lo largo del tiempo, qué hace que una portada sea efectiva y atractiva, y también compartiremos consejos para crear la portada de un álbum con sus propias manos. Aprenderá qué elementos del diseño visual ayudarán a enfatizar su música y hacerla visible para la audiencia.

    Cuadros musicales

    El famoso cantante estadounidense Tony Bennett recordó que en la década de 1950 las portadas de los álbumes hacían sentir a los oyentes como si tuvieran en sus manos algo único, que combinaba música y arte. Estas palabras siguen siendo vigentes hoy en día: la portada sigue desempeñando un papel clave en la percepción de un lanzamiento musical, complementando y realzando la impresión de las canciones mismas. El concepto de “álbum” entró en uso musical a principios del siglo XX, poco antes de la Primera Guerra Mundial. En aquella época, la música se editaba en discos de goma laca, que se vendían en sobres de papel grueso. En aquella época no se prestaba especial atención al diseño: las portadas solían contener el nombre del artista, el título del disco y una simple imagen. A veces, los discos que se reproducían a 78 rpm estaban empaquetados en libros de cuero que recordaban a los álbumes de fotos, lo que dio origen al término “álbum”.

    Las primeras portadas de álbumes ilustradas en color aparecieron en la década de 1930, cuando el trabajo del artista Alex Steinweiss, que diseñaba álbumes con música de Beethoven y del popular cantante Paul Robeson, provocó un aumento significativo de las ventas. Estos cambios en el diseño fueron posibles gracias a la transición a los discos de vinilo, que se reproducían a 33⅓ rpm, lo que permitía almacenar más información en un solo disco.

    Hasta ahora, los discos de 78 rpm se empaquetaban en fundas de papel rugoso, lo que podía dañar su superficie. La transición al vinilo requirió un enfoque más cuidadoso en el embalaje, y los discos comenzaron a colocarse en fundas de cartón, ideales para aplicar ilustraciones. Por lo tanto, el diseño del álbum se convirtió en una tarea importante para los músicos y los sellos, y pronto encontrar artistas talentosos se convirtió en una parte integral del proceso de creación de un lanzamiento.

    Uno de los primeros álbumes cuya portada atrajo la atención de una amplia audiencia en los Estados Unidos fue The King Cole Trio de Nat King Cole. La imagen abstracta del contrabajo, la guitarra y el piano con corona no sólo atrajo el interés del público, sino que también contribuyó a un aumento significativo de las ventas. En marzo de 1945, este álbum ocupó el primer lugar en la lista de álbumes de discos populares más vendidos de Billboard y ocupó esta posición durante casi todo el año. El éxito de este lanzamiento demostró que la portada puede afectar significativamente la percepción de un álbum y su éxito comercial.

    En la década de 1950, con el auge del jazz, las portadas de los álbumes se diseñaron con un estilo vanguardista. El jazz, al ser música para intelectuales, iba acompañado de ilustraciones complejas e intrincadas, y los sellos crearon departamentos de arte enteros, compitiendo entre sí en originalidad y creatividad. En la década de 1960, cuando el rock and roll entró en escena, el énfasis en el diseño pasó a la fotografía y las portadas de los álbumes comenzaron a decorarse con fotografías brillantes e inusuales de músicos. La creación de fotografías para portadas se convirtió en una parte importante del marketing.

    En la década de 1970, las portadas de los álbumes se habían vuelto más atrevidas y provocativas. Algunos artistas prefirieron imágenes simples pero provocativas, mientras que otros recurrieron a artistas con una visión poco convencional. Esta era vio el surgimiento de versiones tan icónicas como “Sticky Fingers” de The Rolling Stones, “London Calling” de The Clash y “The Velvet Underground & Nico” de Andy Warhol. El plátano amarillo sobre un fondo blanco se convirtió en un símbolo icónico, y el primer lote de discos incluso tenía un elemento interactivo: una pegatina que se podía despegar para revelar un plátano rosa. Este enfoque experimental, aunque costoso de producir, fue un ejemplo brillante de cómo el arte y la música podían enriquecerse mutuamente.

    En la década de 1980, la cuestión de la carátula del álbum se había vuelto más compleja. Los artistas se dieron cuenta de que el éxito requería algo más que buena música; Necesitaban imágenes únicas que los diferenciaran de otros artistas. Este fue el momento en que los logotipos y las marcas comenzaron a usarse intensamente y se convirtieron en una parte importante de la identidad de una banda. Bandas como Chicago, Led Zeppelin, Def Leppard y Motörhead se convirtieron en íconos no solo por su música, sino también por sus reconocibles símbolos y productos.

    Aunque las portadas de los álbumes ya no desempeñan el mismo papel de ventas que antes, siguen siendo una parte importante de un lanzamiento musical. En la era digital, donde la música se consume online, la portada se ha convertido en un elemento de la estrategia de marketing, junto con los vídeos musicales, el merchandising y las sesiones fotográficas. Las imágenes se han vuelto más simples y elegantes, volviendo a menudo a lo básico: una imagen del artista y el título del lanzamiento. Sin embargo, a pesar de los cambios, la portada sigue siendo una herramienta importante para crear una primera impresión de la música.

    A pesar del formato cambiante del consumo de música, el interés de los oyentes por los detalles sobre un lanzamiento sigue siendo alto. Este interés ha dado lugar a la aparición de un “folleto digital”, un archivo PDF de gran tamaño que se puede descargar junto con el lanzamiento. Dicho folleto contiene información sobre las pistas y los participantes en la grabación, enlaces activos a redes sociales y medios de comunicación, fotografías y, a veces, incluso publicidad.

    ¿Cómo debería ser la portada de un álbum?

    Las primeras impresiones juegan un papel clave en la industria de la música. La forma en que presentas tu música en línea, incluso antes de que los oyentes reproduzcan tus pistas, puede ser un factor decisivo para atraer la atención sobre tu trabajo. Para muchas personas, la portada del álbum es el criterio principal a la hora de elegir música en plataformas de streaming y en tiendas online. Cuanto más interesante y original sea el diseño, mayor será la probabilidad de que su lanzamiento sea notado y escuchado.

    Por supuesto, es imposible complacer a todos, pero no debes complicarte el proceso de pensar en cuál debería ser la portada de tu álbum. Comience analizando la carátula del álbum de su género para ver qué estilos son populares y cuál funciona mejor para su música. Si tiene problemas para pensar en ideas, intente lo siguiente:

    • Mire las carátulas de los álbumes de artistas que tengan un estilo o vibra similar al suyo. Considere lo que le parece atractivo y lo que no le gusta del arte. Esto te ayudará a formular tu propia visión de la obra de arte;
    • Explora blogs de artistas y diseñadores en plataformas como Dribbble, Behance y DeviantArt. Además, utilice la Búsqueda de imágenes de Google para encontrar inspiración y ver las tendencias;
    • Analiza qué es popular en tu género y qué tendencias visuales dominan la industria musical. Esto te dará una idea de qué elementos de diseño pueden hacer que la portada de tu álbum sea relevante y memorable.

    No tenga miedo de pedir prestadas ideas o comunicarse directamente con artistas y diseñadores. Quizás uno de ellos responda y te ayude a crear una obra de arte única para tu lanzamiento. Si quieres hacer la portada tú mismo, utiliza los principios que identificaste al estudiar el arte de otros artistas. Esto le permitirá crear una imagen visual que complementará armoniosamente su música y atraerá la atención de los oyentes.

    @Patrick Stevensen

    DJ y productor musical. Ha estado creando EDM y pinchando profesionalmente durante más de 5 años. Tiene una educación musical en piano. Crea ritmos personalizados y mezcla música. Realiza regularmente sesiones de DJ en varios clubes. Es uno de los autores de artículos sobre música para el blog Amped Studio.

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